Santo Domingo.- El Black Jack nunca más tocará las salobres aguas del mar Caribe. Por disposición del presidente Leonel Fernández el “velero de placer” fue trasladado a los talleres de los Astilleros Navales, donde lo someterá a un riguroso proceso de restauración.
Santo Domingo.- El Black Jack nunca más tocará las salobres aguas del mar Caribe. Por disposición del presidente Leonel Fernández el “velero de placer” fue trasladado a los talleres de los Astilleros Navales, donde lo someterá a un riguroso proceso de restauración.