Celos, malditos celos. Viejos como el mundo, afectan a mujeres y hombre por igual, pueden ser apenas una sospecha o un poquito de pimienta en el juego de la seducción o una tortura que termina en las páginas policiales.
Todos los dÃas, en los diarios, podemos leer en la sección policial la historia de algún crimen pasional. Y los celos son casi siempre el desencadenante, aquello de serás mÃa o no serás de nadie o el enfrentarse a ser abandonado/a por que hay otro/a.
Los celos son un ingrediente vital en una pareja. En dosis muy razonables mantienen vivo el fuego y forman parte de la seducción. Pero las personas que son extremadamente celosas no hacen más que sufrir y hacer sufrir.
Aunque nacen del amor, los celos tienen mucho de odio y de miedo. Viven pendientes de supuestos engaños porque deben proteger aquello que tienen, y piensan que jamás podrÃan conseguirlo otra vez.
Es raro que las parejas le duren a un celoso, pero no porque lo engañan sino porque se cansan de él. La mayorÃa de las sospechas que una persona tiene de su amado o amada son falsas. Se trata de fantasÃa, provocada por el temor al abandono.
Algunos consejos:
-No conviene ceder ante los caprichos de un celoso. Algunos novios o maridos pretenden que su pareja se cambie el color de pelo, o no use minifaldas, o deje los estudios. A la larga eso despersonaliza, baja la autoestima.
-Trate de negocias. Eludir los comentarios no lleva a nada. Pida razones para la desconfianza, pregunte que le molesta, porque si usted no contesta es como si le diera la razón.
Todos los dÃas, en los diarios, podemos leer en la sección policial la historia de algún crimen pasional. Y los celos son casi siempre el desencadenante, aquello de serás mÃa o no serás de nadie o el enfrentarse a ser abandonado/a por que hay otro/a.
Los celos son un ingrediente vital en una pareja. En dosis muy razonables mantienen vivo el fuego y forman parte de la seducción. Pero las personas que son extremadamente celosas no hacen más que sufrir y hacer sufrir.
Aunque nacen del amor, los celos tienen mucho de odio y de miedo. Viven pendientes de supuestos engaños porque deben proteger aquello que tienen, y piensan que jamás podrÃan conseguirlo otra vez.
Es raro que las parejas le duren a un celoso, pero no porque lo engañan sino porque se cansan de él. La mayorÃa de las sospechas que una persona tiene de su amado o amada son falsas. Se trata de fantasÃa, provocada por el temor al abandono.
Algunos consejos:
-No conviene ceder ante los caprichos de un celoso. Algunos novios o maridos pretenden que su pareja se cambie el color de pelo, o no use minifaldas, o deje los estudios. A la larga eso despersonaliza, baja la autoestima.
-Trate de negocias. Eludir los comentarios no lleva a nada. Pida razones para la desconfianza, pregunte que le molesta, porque si usted no contesta es como si le diera la razón.