En los últimos tiempos se ha hablado mucho de que hombre y mujer son iguales, y a esto le agrego que lo que es igual no es ventaja. Pues yo considero que no somos iguales, y que de esa desigualdad hay muchas ventajas para la mujer, y más en términos sexuales.
La mujer, fisiológicamente hablando le lleva muchas ventajas sexuales al hombre. La más simple, y obvia es la de la erección. El hombre para poder tener una relación sexual completa, necesita de que su pene esté erecto, y es algo muy visible si no tiene una erección, lo que es un compromiso muy grande en términos de significados sexuales, ya que si no lo logra o si lo pierde no podrá penetrar, lo que creará una situación muy desagradable para él. Sin embargo, la mujer no necesita de una erección para poder tener un coito, que aunque no lo disfrute, no necesariamente depende de que se le “pare” algo, y con una estimulación adecuada puede entrar en excitación, y el hombre ni siquiera se da cuenta.
Por otro lado, el hombre con la edad va perdiendo fuerza en su respuesta sexual, pero la mujer la a ganando con los años. Fisiológicamente el hombre va perdiendo su capacidad de erección a medida que va avanzando en edad, la mujer mientras mas madura más va desarrollando esa capacidad de responder sexualmente y de disfrutar de la sexualidad, de pedir lo que le gusta, de conocer su cuerpo, de saber exactamente que desea y como deseo que se lo hagan.
El hombre cuando está entrando en edad necesita reafirmar su sexualidad estando con mujeres más jóvenes para ver si su capacidad de responder sexualmente está bien. La mujer mientras va entrando en edad disfruta más de su sexualidad porque ya las obligaciones como madre y otras tareas del hogar han ido disminuyendo y tiene más tiempo para ella. De igual modo, después que pasa la menopausia, que ya no tiene que tener la tediosa menstruación mes tras mes, es una liberación que le da paz y tranquilidad en ese sentido.
También la imagen va cambiando, el hombre se va poniendo calvo y barrigón, la mujer tiene muchas maneras de seguir viéndose bien a pesar de los años. Esto conlleva una percepción de la autoimagen adecuada para disfrutar de la sexualidad, y si a eso se le suma la importancia que la mujer a ganado en las últimas décadas de ser productiva e importante socialmente, pues es un arma infalible que destruye a cualquier hombre en decadencia.
Sé que los hombres que estén leyendo este articulo me estarán odiando, y que las mujeres me estarán reafirmando, yo soy hombre, pero lamentablemente hay que aceptar la cruda realidad de las verdades sexuales de nuestras diferencias sexuales. Si me falto alguna ventaja,
gracias a ramonemilio@centrovidayfamilia.com
