Santiago.- La alegría comienza a llegar por partida doble a la dirección del hospital Infantil Arturo Grullón.
A la instalación en una semana del tomógrafo, adicionarán en diez días la puesta en funcionamiento de cinco de nueve quirófanos lo que permitirá tras varios años a comenzar a realizar las cirugías electivas que afectó a miles de pacientes.
El centro de salud tenía seis años sin tomógrafo debido a que dejó de funcionar desde el 2012. La vida útil del aparato era hasta el 2009, cuando llegó al tope de las cien mil tiradas.
Según la doctora Rosa María Morel, directora del hospital infantil, el restablecer ese servicio que estaba suspendido, como hospital regional permitirá dar servicio a una población de 1 millón 600 mil niños para ser atendidos.
Además del tomógrafo, se está remodelando toda el área de rayos x en la parte de estructura física e instalación de tres equipos digitales que ya cuentan con ellos, entre otras obras de importancia.
Morel dijo que comenzarán a reprogramar las cirugías electivas tan pronto comiencen a funcionar los primeros cinco quirófanos. Los otros cuatro serán instalados en un mes con la adecuación del área de internamiento pediátrica.
La falta de tomógrafos impedía que se pudiera realizar anualmente entre dos mil y tres mil estudios de imágenes tomográficas. Mientras que las cirugías electivas fueron miles los pacientes afectados.
Aunque el tomógrafo será instalado en una semana, tendrán que esperar por el entrenamiento del personal por parte del equipo de ingenieros de la empresa General Electric, encargada de la instalación del equipo.
“El tomógrafo lo instalarán este lunes con los todos requisitos técnicos y las garantías del suplidor. Hay que aclarar que hace siete años que solicitamos el nuevo tomógrafo con la ayuda de Ramón Ventura Camejo quien me acompañó en ese proceso. La licitación pública duró unos tres meses de parte del Servicio nacional de salud (SNS)”, apuntó.
Morel informó que con los 26 millones de pesos donados por el Banco Popular permitirá contar prontamente con la remodelación del laboratorio clínico.
Estas obras fueron demandas por años por representantes de organizaciones comunitarias ante las precariedades que enfrentaba el centro de salud.
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