A propósito de la revelación del encargado asuntos jurídicos del Partido de la Liberación Dominicana, José Dantés, de que el Ministerio Público invitó a Gonzalo Castillo a una visita de cortesía, en la Procuraduría, y lo dejó preso, esta situación ha ocurrido en diversas épocas y variados casos.
En viejo refrán popular dice: “Ir por lana y salir traquilado”, que alude a quien fue a ofender y volvió ofendido, a quien busca más de lo que tiene y se queda sin lo que poseía. Se aplica también a quien ha sufrido una pérdida o un perjuicio en lo que creía ganar o encontrar beneficio.
Y es que Ministerio Público utiliza diversas formas y estrategias para dejar detenido a personas sobre las cuales realiza algún tipo de investigación o realiza operativos de allanamientos o persecución.
Pero los casos más llamativos acontecen ¡cuando los prevenidos se presentan por motu propio ante las autoridades y quedan detenidos.
Nombres sonoros como el de exprocurador general dela República Jean Alain Rodríguez, Mary Peláez y los más recientes como el abogado Ángel Lockward y el excandidato presidencial del PLD, Gonzalo Castillo se han presentado por su cuenta ante las oficinas del Ministerio Público y ahí mismo son arrestados.
Todos estos casos tienen el común denominador y es que los vinculados se consideran inocentes de lo que se le acusa o para dar la impresión de que no tienen cosas que ocultar, por lo tanto se presentan confiados en que no serán detenidos, aunque el órgano persecutor actúa conforme a las pruebas que tengan.
GONZALO CASTILLO. Debido al reciente caso que está en carpeta por parte del Ministerio Publico, Operación Calamar, el excandidato presidencial del PLD en las pasadas elecciones y exministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, fue invitado a una visita de cortesía en la Procuraduría General y allí quedó detenido, según informó el secretario de Asuntos Jurídicos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), José Dantés.
El supuesto entramado de corrupción lo encabezan los exministros del PLD José Ramón Peralta, Gonzalo Castillo y Donald Guerrero.
ÁNGEL LOCKWARD. Decidió presentarle la mañana del pasado domingo por ante la PGR, pues su residencia había sido allanada el día anterior por el Ministerio Público.
Una vez enla PGR ahí mismo quedó detenido.
Su nombre ni siquiera figuraba entre los primeros 14 encartados de la Operación Calamar, en la nota informativa enviada el domingo por la Dirección de Comunicaciones de la PGR.
Lockward fue detenido luego de ser interrogado por Yeny Berenice Reynoso y su nombre se agregó a una lista ampliada a 20 individuos, vinculaos al entramado de corrupción y está detenido en una celda del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en espera de conocimiento de medida de coerción.
JEAN ALAIN RODRÍGUEZ. El caso del exprocurador general de la República tomó notoriedad tras presentarse el 29 de junio del 2021 a las instalaciones de la Procuraduría, luego que en la noche anterior se realizaran allanamientos tras un proceso investigativo sobre acciones ilícitas.
“A mí nadie me ha llamado a mí nadie me ha convocado, a mí nadie me ha dicho nada”, fueron las palabras del exprocurador a su llegada a la PGR de manera voluntaria junto a su abogado.
Lo que menos se imaginaba Jean Alain es que ese día sería el comienzo de un tortuoso proceso que inició con su detención por el caso medusa.
Fue apresado y cumplió 18 meses de medida de coerción y fue el 30 de enero que salió del Centro Correccional Najayo, donde cumplía prisión preventiva desde el 2021, luego de que el juez Amauri Martínez ordenara el cese de la misma y la variara a prisión domiciliaria.
Además, se le impuso una garantía económica de RD$50 millones mediante compañía aseguradora, impedimento de salida y la colocación de un grillete electrónico.
MARY PELÁEZ. El 22 de diciembre del 2009 y tras seis horas de interrogatorio a Mary Peláez, la Fiscalía del Distrito Nacional decidió dejarla detenida por su implicación, en ese momento, al narcotraficante José David Figueroa Agosto.
Peláez acudió por ante la fiscalía a defender la propiedad de una vivienda, que las autoridades vincularon al señalado narcotraficante boricua.
Para la época, Ramón Martínez Morillo, abogado de Peláez, atribuyó la decisión de la Fiscalía del Distrito Nacional al temor de que su defendida no se presentara cuando fuera requerida en la continuación de las investigaciones.
Peláez fue condenada a 15 años de prisión, pero luego fue reducida la pena a tan solo cinco años.
Peláez solicitó la libertad condicional en varias ocasiones pero no sino hasta el febrero del 2015 cuando las autoridades judiciales le concedieron su petición.