El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desestimó este domingo las críticas a su estilo de gobierno y reafirmó su estrategia de seguridad durante la presentación de su informe de labores ante el Congreso, al cumplir el primer año de su segundo mandato.
“Me tiene sin cuidado que me llamen dictador. Prefiero eso a ver cómo matan a los salvadoreños en las calles. Nosotros seguiremos enfocados en resultados”, afirmó el mandatario en una sesión solemne realizada en el Teatro Nacional, en presencia de autoridades nacionales y miembros del cuerpo diplomático.
Bukele arremetió contra organizaciones civiles, medios internacionales y defensores de derechos humanos que lo acusan de violaciones sistemáticas, incluyendo capturas arbitrarias y persecución de opositores. “¿Cómo vamos a combatir la corrupción si toda la oposición tiene inmunidad?”, cuestionó.
También denunció una supuesta campaña coordinada de medios internacionales. “Es demasiado obvio que están organizados para atacar a este gobierno”, dijo, sin ofrecer pruebas.
El presidente defendió el régimen de excepción vigente desde marzo de 2022, que ha permitido arrestos masivos y la suspensión de varios derechos constitucionales. La medida ha sido el eje central de su política de seguridad y, según encuestas, cuenta con el respaldo del 90% de la población.
En tres años, el gobierno asegura haber detenido a más de 86.400 presuntos pandilleros o colaboradores. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos reportan casi 6.900 denuncias de abusos en cárceles y 416 muertes en custodia, el 94% de ellas sin pruebas de vínculos con pandillas, según Socorro Jurídico Humanitario.
Bukele también defendió la nueva Ley de Agentes Extranjeros, que impone un impuesto del 30% a las donaciones extranjeras dirigidas a organizaciones civiles. Aunque sectores críticos la ven como una herramienta de censura y control político, el mandatario aseguró que busca “transparencia” en el uso de fondos externos.
“No estamos prohibiéndoles que se metan en política. Solo pedimos que se registren y paguen impuestos, salvo quienes vengan realmente a ayudar”, expresó.
Bukele, de 43 años, fue reelegido con el 85% de los votos en febrero de 2024, en un país que alguna vez fue uno de los más violentos del mundo. El gobierno afirma que San Salvador es ahora una de las ciudades más seguras de América Latina.
Sin embargo, la reelección fue posible gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia, controlada por aliados del presidente, que en 2021 interpretó la Constitución para permitir un segundo mandato consecutivo, pese a una prohibición explícita.
Varios sectores políticos y sociales han rechazado la legitimidad de esta reelección, alegando una violación directa al orden constitucional.
AP