Jaime D. Fernández también apoya la explotación de la mina.
SANTO DOMINGO. El ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, reconoció ayer que en el área de incidencia de la mina de oro de Pueblo Viejo, en Cotuí, hay contaminación, pero dijo que no es causada por la empresa Barrick Gold, porque todavía no ha entrado en operación.
"Los daños ambientales que hay ahí, la contaminación ciertamente existe, pero son producto del pasivo que dejó La Rosario, y definitivamente a mí me preocupa quien va a asumir esos pasivos ambientales", expresó.
Fernández Mirabal confesó que favorece la explotación de la mina, pero también que la compañía canadiense asuma los pasivos ambientales dejados por La Rosario. "Creo que se debe nombrar, pero eso no es una responsabilidad nuestra porque ese permiso (de operación de la mina) ya estaba dado, una comisión de alto nivel que dé una evaluación y sus recomendaciones al respecto", sostuvo.
Una de las secuelas más graves de contaminación, por la explotación minera en la zona la sufren los ríos Margajita, Mejita y Maguaca, cuyas aguas tienen color amarillo. En el contrato que otorgó el Estado a la minera se reconoce el pasivo contaminante dejado por La Rosario, pero también el compromiso estatal de eliminarlo, lo que para muchos defensores del medio ambiente, significa un mal negocio para el país.
Gracias a Diariolibre.com
"Los daños ambientales que hay ahí, la contaminación ciertamente existe, pero son producto del pasivo que dejó La Rosario, y definitivamente a mí me preocupa quien va a asumir esos pasivos ambientales", expresó.
Fernández Mirabal confesó que favorece la explotación de la mina, pero también que la compañía canadiense asuma los pasivos ambientales dejados por La Rosario. "Creo que se debe nombrar, pero eso no es una responsabilidad nuestra porque ese permiso (de operación de la mina) ya estaba dado, una comisión de alto nivel que dé una evaluación y sus recomendaciones al respecto", sostuvo.
Una de las secuelas más graves de contaminación, por la explotación minera en la zona la sufren los ríos Margajita, Mejita y Maguaca, cuyas aguas tienen color amarillo. En el contrato que otorgó el Estado a la minera se reconoce el pasivo contaminante dejado por La Rosario, pero también el compromiso estatal de eliminarlo, lo que para muchos defensores del medio ambiente, significa un mal negocio para el país.
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