La muerte del agente Richards Pujols, ultimado a tiros durante un allanamiento y en el que resultaron heridos otros dos compañeros cuando se disponían a allanar una vivienda pusieron al descubierto, la facilidad con que operan grupos ligados al narcotráfico.
“En Tamboril no se puede salir ni de día ni de noche, pues cuando no es que te atracan para despojarte de tu motocicleta, entonces se trata de la inseguridad por grupos dedicados a la venta de droga”, expresa Melvin Quezada.
A pesar de la incorporación de la Fuerza de Tarea que ha permitido realizar varios operativos y ocupar armas ilegales o vencidas, la ciudadanía tamborileña no siente que mejore la seguridad.
En el colmado de mi papá una vez se metieron y cargaron con todo. Hay que hacer algo para detener estos hechos”, aduce Quezada al ser entrevistado por El Caribe.
Edward Polanco, es otro de las víctimas de la delincuencia, tras recientemente ser despojado de su pasola.
“Son gentes de aquí mismo que se confabulan con los delincuentes de otras zonas y nadie hace nada para detener esta ola de inseguridad”, explica Edward Polanco.
Las quejas por la forma en que operan los grupos que se dedican a labores de narcotráfico y criminalidad, es corroborada por Frank de León, quien opera un puesto de venta de pieza para motocicletas y vehículos.
De León considera urgente mejorar los niveles de seguridad para que la población tamborileña pueda sentir cierto respiro.
El pasado sábado, un capitán miembro de la Fuerza Aérea Dominicana, (FARD), ultimó a uno de tres delincuentes y evitó que los malhechores despojaran de sus pertenecías a un joven, en la comunidad de Nigua de Tamboril. Las autoridades no han ofrecido el nombre del oficial para evitar que puedan tomar represalia. Uno de los problemas más grave que enfrentan, es la cercanía Monte Adentro y Don Pedro, donde en menos de dos años se han registrado más de 40 muertes violentas.
citysantiago.com
