Baní, Peravia, RD-. En la provincia Peravia solo hay un velatorio con cadáver. Es el de Raquel Pérez, de 52 años, quien murió de un infarto la mañana de ayer. Los demás son carpas vacías, con el duelo de padres, vecinos, familiares y amigos.
Ella es la madre de Kiara, una joven banileja que resultó herida en un ojo en el accidente del camión de indocumentados en Chiapas, México, donde hay ocho dominicanos muertos, otros heridos y un desaparecido.
“La vecina escuchó el grito, bajó corriendo y la encontró tirada en el piso”, dijo a Listín Diario un sobrino de la víctima.
Además de Kiara, quien desde México le pedía que se mantuviera tranquila que ella estaba bien, Raquel tenía otra hija a la que ordenó que fuera bien temprano para que se reuniera con las autoridades por un rumor que hay en Baní de que se les daría visa humanitaria a los familiares de las víctimas de la tragedia de Chiapas.
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