El primer ministro británico, Keir Starmer, enfrenta este lunes presiones para sancionar a Elon Musk después de que el dueño de X y Tesla afirmó en un mitin antiinmigración que “la violencia está llegando a Reino Unido y la gente debe luchar o morir”.
Starmer condenó los incidentes violentos registrados en la marcha “Unir el Reino” del sábado en Londres, organizada por el activista de ultraderecha Tommy Robinson, que reunió a más de 100.000 personas.
La policía informó que 26 agentes resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad, cuando los manifestantes intentaron romper las líneas que los separaban de una contramanifestación antirracista más pequeña, en total, hubo 25 detenidos y la Policía Metropolitana advirtió que podrían producirse más arrestos.
Elon Musk intervino en la protesta mediante videoconferencia. Pidió la disolución del Parlamento, elecciones anticipadas y un cambio de gobierno en Reino Unido. Durante su mensaje, advirtió a los manifestantes: “La violencia viene hacia ustedes o luchan o mueren”.
El líder de los Demócratas Liberales, Ed Davey, instó a Starmer y a la líder conservadora Kemi Badenoch a condenar lo que calificó como un intento de Musk de “sembrar discordia e incitar a la violencia en nuestras calles” e interferir en la democracia británica.
La ministra de Igualdad, Jacqui Smith, consideró que los comentarios de Musk “fueron incorrectos y peligrosos”, el secretario de Negocios, Peter Kyle, los describió como incomprensibles y “totalmente inapropiados”, aunque destacó que la protesta mostró que la libertad de expresión sigue vigente en el país.
Starmer no se refirió de manera directa a Musk, pero escribió en X que la protesta pacífica «es fundamental para los valores de nuestro país. Pero no toleraremos ataques a los agentes de policía ni que las personas se sientan intimidadas en nuestras calles por su origen o el color de su piel».
Esta no es la primera vez que Musk respalda a figuras de la extrema derecha europea. El empresario ya ha mostrado apoyo a Tommy Robinson, fundador de la Liga de Defensa Inglesa y convicto por estafa, así como al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), además, ha criticado los intentos del Reino Unido y de la Unión Europea de regular el contenido dañino en línea, alegando que restringen la libertad de expresión.
La protesta del sábado reflejó la creciente preocupación política por la inmigración irregular, en especial la llegada de migrantes en pequeñas embarcaciones a través del Canal de la Mancha. Más de 30.000 personas han realizado la peligrosa travesía este año pese a los esfuerzos de las autoridades británicas, francesas y de otros países para frenar a las redes de tráfico de personas.
El uso de hoteles para alojar a solicitantes de asilo se ha convertido en un tema político clave, generando decenas de protestas en distintas localidades, algunas de ellas violentas.
La marcha en Londres, considerada una de las mayores movilizaciones nacionalistas en décadas, llenó el centro de la ciudad de banderas británicas y cruces de San Jorge. En las últimas semanas, estas banderas y símbolos se han multiplicado en todo el país como parte de una campaña aparentemente espontánea, aunque críticos lo interpretan como un gesto intimidante hacia las minorías étnicas.
Starmer reiteró en X que “Gran Bretaña es una nación orgullosamente construida sobre la tolerancia, la diversidad y el respeto. Nuestra bandera representa nuestro país diverso y nunca la entregaremos a aquellos que la usan como símbolo de violencia, miedo y división”.
